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No obstante, varios expertos rusos coinciden en que el envío de las tropas chinas a Siria es algo poco probable. Así, Alexéi Máslov, de la Escuela Superior de Economía (ESE), opina en una entrevista con el portal que al examinar en octubre de 2015 la posibilidad de desplegar tropas en Siria en el marco de una coalición antiterrorista liderada por Rusia, el Gobierno chino consideró "extremadamente desaventajosa" la participación en acciones militares.
Esta decisión tendría que ver con la imagen de Pekín a nivel internacional. "China estuvo muchos años sin participar en conflictos armados en el extranjero, temiendo la reacción negativa tanto dentro del país como fuera", explica Máslov.
Otros expertos citados por el portal coinciden en lo improbable de una implicación militar de China en Siria. Según Mijaíl Kárpov, de la ESE, China mantiene estrechas relaciones con Arabia Saudita, lo que se traduce en un volumen de negocio de 70.000 millones de dólares anuales, así como con otros países árabes. Esta es la razón por la que el experto no cree que Pekín "se arriesgue para interferir en la situación en Siria".
"Pekín prefiere luchar contra el terrorismo dentro del país y no comprometerse demasiado en Oriente Medio, ya que tiene relaciones establecidas con varios de los jugadores principales", opina Semión Bagdasárov, experto del Centro del Estudio de los países del Oriente Medio y de Asia Central, citado por el portal. Según él, "China esperará a ver quién gana en Siria, vendiendo armas mientras tanto a las partes interesadas".
China ha creado tres nuevas unidades militares en el marco de la nueva estrategia militar adoptada en 2015 y moderniza a ritmo acelerado su equipamiento militar.
La creación de tres nuevas unidades militares, la actualización del equipamiento y la modernización de la estructura de mando del Ejército: estos puntos clave constituirán una importante reforma de las fuerzas armadas chinas, considerada la mayor desde la década del 50.
En el mayo de 2015, el país asiático publicó el libro blanco de su estrategia militar según la cual China se atendrá al concepto de "defensa activa" y buscará una cooperación internacional más estrecha en los asuntos de seguridad global. "China no atacará a no ser que nos ataquen", se remarcó en el documento.
Asimismo, entre los dominios de seguridad críticos, se mencionó los océanos, el espacio, el ciberespacio y las fuerzas nucleares, excluyendo la posibilidad de una carrera armamentista nuclear con otro país.
Este viernes, la Comisión Militar Central de China anunció la creación de tres nuevos tipos de tropas dentro del Ejército Popular de Liberación del país. Concretamente, se trata de las fuerzas de misiles y de apoyo estratégico, así como de una nueva unidad de mando general del Ejército, informa Xinhua.
El presidente Xi Jinping ha subrayado que es una importante decisión para "realizar el sueño chino de tener un Ejército fuerte" y ha añadido que se trata de "un paso estratégico para establecer un sistema militar moderno con características chinas".
El líder chino ha instado a las tropas de misiles ―que se encargarán de los misiles y cohetes― a "mejorar la disuasión nuclear y la capacidad de contrataque, así como la capacidad de ataque de precisión de medio y largo alcance".
Mientras tanto, la unidad de apoyo estratégico será responsable "de la guerra de alta tecnología en el espacio y en Internet", informa South China Morning Post. La nueva rama es descrita como "un punto importante de crecimiento" en la capacidad de lucha de los militares chinos.
La reforma militar incluye el establecimiento de una estructura de mando operativo conjunto para 2020, así como la reestructuración de las 7 regiones militares existentes en 5.
Las cinco nuevas zonas militares "estratégicas" incluirán una vasta zona del oeste, que cubre más de la mitad del país, una zona más grande del norte, que se concentrará en Mongolia, el Lejano Oriente ruso y la península de Corea, precisa Straits Times. Esto permitirá al ejército, la marina y la fuerza aérea de China "estar mejor representados en todo el país".
La eliminación gradual del equipamiento viejo y el desarrollo de nuevas armas será otra gran característica de las reformas chinas. Recientemente, el Ministerio de Defensa del país ha confirmado que el gigante asiático está construyendo su segundo portaviones.
El primer portaviones de la armada china, Liaoning, es un barco de la era soviética que fue comprado a Ucrania en 1998 y remodelado a continuación en China. En esta ocasión, la construcción del buque se realiza utilizando tecnología nacional.
Expertos destacan que se trata de un importante avance para el objetivo del gigante asiático de desarrollar en la década de 2020 una flota de portaviones capaz de mantener las persistentes operaciones en las zonas de disputas territoriales, como los mares del sur y el este de China.
Asimismo, el país ha confirmado recientemente las pruebas de misiles DN-3, capaces de alcanzar satélites estadounidenses. Se trata del tercer misil antisatélites desarrollado por China, después del DN-1 y el DN-2, que se da a conocer.
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