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El consejo anterior celebrado en el mismo formato en julio anunció que la alianza "no tratará con Rusia mientras no respete el derecho internacional". Desde entonces, la posición de Rusia no ha cambiado realmente, ya que el país continúa cumpliendo con el derecho internacional, en contraste con Occidente. Ahora, se convoca el segundo consejo de este año después de dos años de una ruptura completa de relaciones.
La OTAN proclama constantemente intenciones pacíficas, pero los hechos reales muestran un panorama diferente. Basta con considerar las acciones recientes de la alianza. La OTAN sigue ampliando su capacidad militar en la región del Mar Negro. Al mismo tiempo, existen intentos de violar las leyes marítimas internacionales. Además, se han llevado a cabo varios ejercicios militares importantes. Por otra parte, los países vecinos de Rusia, cuyas constituciones declaran su neutralidad, están siendo incorporadas a la colaboración con la OTAN.
Por lo tanto, no debe haber expectativas especiales para este consejo.
En vísperas del Consejo Rusia-OTAN, el Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de los Estados Unidos, Douglas Lute, dijo que, a pesar de la opinión de los aliados y sus socios, Rusia no va a atacar a la OTAN. Este hecho es obvio para Moscú. Por otra parte, este reconocimiento público por parte de una de las figuras centrales de la alianza significa en realidad una nueva estrategia en las relaciones con Rusia. Sin embargo, no vale la pena contar con que la alianza sea más amigable.
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