Kazajistán elimina a los terroristas

10.06.2016
El extremismo islámico en Kazajistán

El extremismo islámico es un fenómeno bastante nuevo para Kazajistán. Tradicionalmente, el islam kazajo euroasiático no destacaba por su radicalismo. El terrorismo encubierto en Kazajistán cobró forma en la década de 2000. Al igual que en otras regiones musulmanas de la CEI, el movimiento wahabí ha jugado un papel crucial en  la propaganda y las inyecciones de dinero. Los flujos principales van y vienen desde el Golfo Pérsico. Los radicales kazajos están asociados tanto con los grupos terroristas que operan en el Cáucaso del Norte de Rusia y en la región del Volga, como con los islamistas de Asia Central y Afganistán. En Siria e Irak, luchan entre los terroristas del DAESH alrededor de 400 personas procedentes de Kazajistán.

Un doble impacto

Las táctica tradicional de los servicios de inteligencia occidentales para desequilibrar la situación consistió de nuevo, en Kazajistán, en dar inicio simultáneamente a protestas contra el gobierno actual por una u otra causa, y en organizar actos terroristas en el territorio del país. Una anterior oleada de actos terroristas se produjo en los años 2011-2012, cuando tuvieron lugar violentas protestas sociales en Zhanaozen.

La activación de los terroristas en Aktobe también coincide con las protestas antichinas, iniciadas por una influyente red occidental. El pretexto para las protestas fue el proyecto de ley sobre el derecho de los extranjeros al arrendamiento a largo plazo de tierras kazajas, que luego fue rechazado por el presidente. El propósito de estas acciones es desestabilizar la situación política del país. Los terroristas y los organizadores de las protestas pretenden demostrar y fijar la idea en la opinión pública de que el gobierno no puede hacer frente a la situación, tanto en el campo de la seguridad y de la economía, como en la gestión de los procesos sociales en el país. Esto crea el contexto político necesario para otras actuaciones con el telón de fondo del miedo y el pánico en la sociedad.

¿Quién se beneficia?

Los Estados Unidos son los principales interesados en la desestabilización y la destitución de Nursultan Nazarbayev, presidente de Kazajstán. El objetivo es llevar al poder a su protegido y socavar el proceso de integración euroasiática. Pero la tarea principal no es sólo consolidar su presencia en Kazajstán, sino alejar a Kazajstán de Rusia, llevar la situación hacia el caos, provocar la lucha entre las élites regionales y el crecimiento de los grupos terroristas que, inevitablemente, apoyarán a sus hermanos en Rusia (todo lo cual sucederá en caso de que Nazarbayev sea destituido), lo que será muy beneficioso para los Estados Unidos.