Taiwán impulsa sus actividades contra China

30.11.2016
Ejercicios e innovación

El objetivo principal de los ejercicios oficiales, en los que participan tres aviones y ocho buques, es el de ensayar medidas de rescate. Por primera vez, la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, ha dado permiso a la prensa para visitar las islas Spratly, territorio en disputa entre China y las Filipinas. Además, por primera vez, los ejercicios militares se realizan muy cerca de la isla más grande del archipiélago.

 

Una demostración de fuerza

Muchos expertos, incluyendo chinos y japoneses (a pesar del hecho de que Japón se retiró de la disputa sobre las Islas Spratly, el pais asiático sigue de cerca la situación), creen que estos ejercicios son una demostración de fuerza y ​​de las capacidades de Taiwan en el Mar del Sur de China y se dirigen, principalmente, contra la expansión china.

Además, Tokio señaló que entre los países que reclaman las islas, Taiwán es el único país pro-occidental, ya que los otros seis, o dejaron de expresar sus quejas, o giraron hacia China. De todo esto se puede concluir que Taiwan pretende demostrar a la nueva administración estadounidense su falta de soberanía y su dependencia respecto a Occidente.

A su vez, ciertos círculos en Tokio están preocupados por el hehco de que el título de "piedra angular del poderío de Estados Unidos en la región del Pacífico" se desplace de Japón a Taiwán.

Otras provocaciones

El gobierno de Taiwán ha aprobado una ley que facilita en gran medida la legalización de las parejas homosexuales. La presidenta, Tsai Ing-wen, no oculta el hecho de que este paso se realiza sólo contra Pekín, que tiene un perfil tradicionalista. La presidenta afirma que la legalización de la perversión en el país asiático creará un precedente que, a su vez, abrirá las puertas para los homosexuales de otros países de la región y, además, ayudará a preparar a la tradicional sociedad asiática a aceptar las "nuevas formas de democracia". En particular, estamos hablando de la creación de sistemas multipartidistas en países que poseen una fuerte sentido de la verticalidad del poder.

Además, Taiwán está apoyando a la oposición de Hong Kong contra China. La presidenta, Tsai Ing-wen, instó a China a "respetar la elección del pueblo", acusando a Pekín de impedir a los miembros electos de la oposición la entrada al Parlamento. Sin embargo, China continental no interfiere en el trabajo de la legislatura de Hong Kong, limitándose a una breve declaración acerca de la inadmisibilidad de los disturbios callejeros. El descontento de la oposición se debe al hecho de que sus líderes simplemente se niegan a prestar el juramento convencional, hecho que ofende a los demás parlamentarios.